El complejo petroquímico fue construido en el año 1966 para la producción de derivados del petróleo. En la actualidad, esta planta cuenta con una capacidad de producción de 120.000 toneladas por año de SBS y SEBS. La planta del complejo petroquímico necesita para su funcionamiento un caudal continuo para refrigeración y reserva contraincendios, y dispone para ello de un sistema de abastecimiento de agua compuesto por una estación de bombeo, y una conducción de impulsión de 6 kilómetros compuesta por tubería de hormigón armado con camisa de chapa y fibrocemento DN600 milímetros de diámetro en los primeros 3.600 metros, y de fibrocemento DN350 milímetros en los siguientes 2.400 metros.
La conducción de agua industrial, con una antigüedad cercana a los 50 años, comenzó a dar síntomas de haber cumplido su vida útil al repetirse roturas sucesivas durante los últimos años en el tramo compuesto por la tubería de fibrocemento. La rotura fortuita de la conducción de hormigón armado con camisa de chapa en su inicio, y bajo el cruce con la plataforma de RENFE, aceleró la necesidad de acometer actuaciones para garantizar durante, al menos otros 50 años, la vida útil de la conducción.
La tubería DN600 del tramo inicial discurre en todo su trazado en paralelo con la plataforma del Ferrocarril Santander - Bilbao, por lo que cualquier intervención en la zona requiere de permisos y autorizaciones, por lo que fue prioritaria la elección de un sistema constructivo que minimizara las afecciones a dicha infraestructura.