La reducción de gases de efecto invernadero, incluidas las emisiones de carbono, es cada vez más relevante para nuestro planeta, y es algo que hoy en día todo mundo tiene presente gracias al movimiento Fridays for Future, entre otras razones. En el sector de la construcción es posible lograr reducciones importantes de estas emisiones y especialmente en la renovación de tuberías a presión. El socio instalador de Primus Line, Sinzatec de España, utilizó una calculadora de huella de carbono para tecnologías sin zanja para determinar la reducción de emisiones en un proyecto cerca de Madrid, con resultados sorprendentes.
Las recientes fallas en una antigua tubería de agua potable DN 400, obligaron a llevar a cabo un proyecto de rehabilitación. Este colector de fibrocemento abastece de agua a varios pueblos de la sierra madrileña cercanos al Parque Nacional de Guadarrama. El suministro de agua para los residentes ya se había tenido que interrumpir de manera temporal.
La renovación comenzó con un primer tramo de 700 m de los 3,4 km totales de tubería. Debido al paisaje rocoso y la geología del terreno, una construcción abierta habría sido muy difícil y costosa. Además, el tiempo de construcción esperado habría sido mucho más largo, lo que habría provocado el riesgo de una mayor interrupción del suministro de agua. Por lo tanto, se decidió rehabilitar la tubería con Primus Line®. El trabajo se hizo en tan solo cuatro días.
Para calcular la huella de carbono, Sinzatec comparó la construcción sin zanja usando el sistema Primus Line® con el método convencional de zanja abierta, que consiste en abrir la zanja, transportar el material extraído y hacer un relleno con material nuevo. En el cálculo, muchos factores juegan un papel importante:
- la cantidad de material a remover
- el consumo de combustible del equipo de construcción
- la ubicación del sitio de construcción y las rutas de transporte requeridas
- el número de viajes necesario
- el tipo de suelo
- el número de excavaciones necesarias para la conexión o las válvulas
Esto constituye la base para determinar la reducción de gases de efecto invernadero en toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO2e), el ahorro de combustible diésel y la reducción del número de viajes de camiones.
El análisis mostró una reducción de aproximadamente el 86% en las emisiones de carbono. Esto se debe principalmente al menor número de viajes requerido (99% menos), y también al menor uso de excavadoras para hacer zanjas y pozos de construcción.
Al mismo tiempo, esto conlleva un importante ahorro en el consumo de combustible (87% menos), ya que el uso de maquinaria y equipos de construcción se reduce al mínimo.
A pesar de estas ventajas, hoy en día menos del 5% de los proyectos de rehabilitación en España se realizan con tecnologías sin zanja. Sin embargo, dado que la reducción de gases de efecto invernadero recibe cada vez más atención, las tecnologías sin zanja ciertamente jugarán un papel más importante en el futuro. Los métodos de rehabilitación sin zanja como Primus Line® pueden ayudar a reducir significativamente la huella ecológica y así lograr los objetivos climáticos establecidos.